Preciosona, El Corte Inglés... de Boñar
La mayoría de los matenses solemos ir de compras a Boñar y "La Preciosona" es una visita obligada. El año pasado Pepe, recientemente fallecido, nos comentaba que ya les quedaba poco para jubilarse y cerrar el negocio. ¡Disfrutemos del Corte Inglés de Boñar mientras siga abierto! ¡Merece la pena conocerlo!
Fulgencio Fernández publica en La Nueva Crónica un interesante artículo:
María Dolores regresa del almacén donde guarda los objetos que no están a la vista... pero están en este Corte Inglés de Boñar. | REPORTAJE GRÁFICO: MAURICIO PEÑA
Si en Boñar hay una tienda con historia es Casa Guerrero, aunque sus vecinos la conocen por La Preciosona. Al frente del comercio ubicado en la plaza sigue Mª Dolores Guerrero, la hija del fundador, que camina para los 80 años. Hasta hace pocas semanas la acompañaba su hermano José María, pero ha fallecido y ella es el alma de este lugar "en el que hay de todo... usted pida"
Hilos, agujas, dedales, lejía, cachas, aguarrás, zapatillas de felpa, abiertas y cerradas, zapatillas de deporte, agujas de ganchillo, fregonas, balones de fútbol, batas guateadas, pasamanería, monos de trabajo, cremallera continua, pinzas para la ropa, excavadoras de juguete, regalos de reyes, botones de todos los tamaños, fajas, medias, calderos... y podría seguir enumerando hasta llenar las dos páginas que siguen.
- ¿Qué puedo pedir?
- Lo que quiera.
- ¿Tiene de todo?
- Pruebe. Aquí la norma es dejar que el cliente pregunte lo que necesita... y resulta que seguramente lo tengamos, en la tienda o en el almacén.
- ¿Sabe dónde está todo colocado?
- Pues claro.
- ¿Y es barato?
- Le voy a contar una cosa. Era a finales de verano y unos asturianos regresaban a casa después de las vacaciones. Ella compraba cosas y él se cansaba de esperar y le dijo: «venga vamos, lo que te falta ya lo compramos en Asturias» y ella le dijo, «marcha tú, que tan barato como aquí no lo vamos a encontrar».
Quien cuenta la historia de la tienda, en la plaza de Boñar, sin ningún cartel en su exterior es su propietaria: María Dolores Guerrero Morán, que va camino de los ochenta años y sigue al frente del negocio. «Y ahora más dedicada, cuando vivía mi hermano Pepe, que falleció hace unas semanas, estaba él mucho tiempo pero ahora me quedé yo, aquí estoy, mañana y tarde».
- ¿En la pandemia también?
-También. Tenemos artículos de primera necesidad, como la lejía.
No hay ningún cartel en la fachada de la histórica tienda, con dos puertas de entrada. ¿No tiene nombre?: «Sí, claro, se llama Casa Guerrero, que es el apellido familiar. En tiempos hubo un cartel de cristal muy guapo, pero se rompió y no lo pusimos más. La gente ya sabe bien dónde está y cómo se llama».
Ése es el momento de preguntar aquello que está en el aire sobre el nombre de la histórica tienda, la de Guerrero, pero que en la villa todos llaman ‘Preciosona’. «Hemos preguntado por la tienda y todos nos dicen, ‘si hombre, la Preciosona, ahí en la Plaza. Vete, tienen de todo».
Sonríe María Dolores, ha intuido las vueltas que hemos dado. «A ver, se dice desde siempre y parece que era una costumbre de mi padre, que a todas las clientes les decía ‘sí preciosa, ahora te lo busco, o lo que sea’. Y cómo repetía lo de preciosa, en realidad guapa, pues ya sabe lo que pasa en los pueblos y la afición a los apodos».
Una clienta que escucha la conversación y parece tener mucha confianza con la familia cierra el debate de los nombres con uno definitivo: «Aquí lo que decimos es El Corte Inglés de Boñar». Y, la verdad, no es mala salida: Preciosona, Guerrero, El Corte Inglés.
Es evidente que se trata de la tienda con más historia de Boñar ¿Antigua? Ni se sabe cuánto, al menos María Dolores. «La abrió mi padre, José Guerrero, pero no le sabría decir la fecha, lo que sí sé es que cuando nací yo, que soy la mayor (en 1941) ya estaba abierto el establecimiento. Pero la fecha exacta, no sabría decir».
La buena mujer, amable y cercana, aún al pie del cañón, recuerda muchas historias y anécdotas, sitúa los mejores años del Casa Guerrero por los sesenta y los setenta, cuando la Feria del Pilar eran dos días de enorme trajín y había otras tres ferias... «Lo del Pilar era un hervidero. Y el verano, servíamos a los del camping, a los veraneantes, a los clientes de Boñar de toda la vida, que estaba lleno de gente... Y ahora, ya me ves, por la mañana aún se mueve algo pero por la tarde igual entran tres o cuatro personas».
- Pero usted no falta.
- Si no vendo me entretengo hablando con los que vienen.
- ¿Lo más antiguo?
- Los mostradores, el de abajo es el original; este otro lo pusimos cuando la ampliación, también muy antiguo.
Y se va. Arrastrando los pies. Despacio. Y reaparece con las zapatillas de felpa que le pedí. No se le olvidó. «Son 12.50 euros». Baratas, sí señora.
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