30 de julio de 2022

Agricultores y ganaderos del Curueño claman contra el corte de agua de riego

 
Puerto de la presa de Los Escabales en el río Curueño, a su paso por La Mata de Curueño

Es una historia que se repite cada verano pero que, a pesar de ello, no deja de tener gravísimas consecuencias para los agricultores y ganaderos de la ribera del Curueño. Tienen ya bastante dificultades para conseguir sacar adelante sus explotaciones con las actuales dificultades del mercado, pero ahora a esas dificultades se suma que la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD) ha decidido cortar por completo el agua para el riego debido a que, como cada año por estas fechas, el Curueño no alcanza siquiera el caudal ecológico en el tramo que comienza en La Vecilla y llega hasta su desembocadura en el Porma entre Ambasaguas de Curueño y Cerezales del Condado.

Conscientes de la situación de sequía provocada por las altas temperaturas de los últimos meses y la escasez de precipitaciones de la pasada primavera, los agricultores y ganaderos del Curueño tienen que ver ahora cómo sus cultivos mueren de sed ante la prohibición total por parte de CHD de seguir regando como hasta ahora. La situación, dicen, no se hace sólo dramática para sus explotaciones, con la pérdida de hierba para el ganado u otros cultivos con lo que esperaban compensar sus respectivos balances  presupuestarios, sino que, además, recuerdan, es también peligrosa, ya que la sequedad del terreno entre pueblo y pueblo eleva el riesgo de incendios que podrían llegar incluso a núcleos urbanos en algunos de los casos.

Agricultores y ganaderos del Curueño son conscientes de que no hay tanta agua como a todos les gustaría, pero critican la postura tajante y arrogante de CHD, una vez más, por cortar sin previo aviso todos los puertos e impedir de esta manera el riego. Una vez más, vienen a recordar que no se puede gestiona desde un despacho de Valladolid una ribera como la del Curueño, y emplazan a los dirigentes del organismo estatal a establecer turnos e ir alternando las posibilidades de riego, para que se pueda aprovechar al máximo la poca cantidad de agua que baja por el río en estas fechas y que amenaza con agravarse durante el mes de agosto, restricciones que se pueden acordar, en cualquier caso, pero que una vez más CHD se salta a la torera, ejecutando decisiones que no llega a consensuar con nadie y que tienen gravísimas consecuencias para quienes de verdad mantienen no sólo la vida en los pueblos de la zona sino también conservan el medio natural.


Al mismo tiempo, los profesionales del campo en la ribera del Curueño le piden a Confederación Hidrográfica del Duero un trasvase a la altura de Boñar que les traiga el agua del Porma, agua que les permitiría regar y evitar estas restricciones y que, posteriormente, volvería al cauce del Porma como toda la del Curueño. Los regantes de la zona recuerdan que CHD hace un trasvase del Curueño al pantano del Porma a la altura del cruce de La Braña y Arintero, trasvase que aún se usa durante los meses del invierno y que viene a perjudicar a todos los acuíferos de la cuenca del Curueño, que en verano pagan las consecuencias. El trasvase que proponen podría llevarse a cabo a la altura de Boñar para reforzar el abastecimiento de agua del Curueño en La Vecilla, algo que de lo que se beneficiaría toda la preciosa ribera que ahí comienza y que se extiende hasta Ambasaguas.   Texto: La Nueva Crónica  Foto: Blog de La Mata de Curueño

Histórico cierre del riego en el río Curueño

Pozo la Olla, en La Mata de Curueño

La bajada del caudal ecológico lleva a la CHD a prohibir la captación de agua en los ríos Curueño y Torío, lo que compromete seriamente la actividad productiva. 

"Histórica", así califican los ganaderos y agricultores más jóvenes del valle del
 Curueño la decisión de la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD) de prohibir el riego ante la fuerte bajada del cauda ecológico, derivado de la falta de precipitaciones en las últimas semanas. Una decisión que se comprende en el valle –"si no trae agua no se puede coger", se resignan–, pero para la que reclaman soluciones en forma de inversiones en infraestructuras de regulación. De otra manera, apuntan, "el valle está muerto". La decisión entró en vigor el pasado lunes, una fechar tardía gracias a las abundantes precipitaciones caídas en el invierno y la primavera. Sin embargo, en años como el 2017, la situación puede ser crítica, aseguran. En este contexto, la comunidad de regantes se reunirá para plantear de forma oficial sus reclamaciones a la CHD, que ha mantenido el contacto con los afectados, según las fuentes consultadas en la zona. La agricultura, la ganadería y la explotación forestal son las principales actividades del mítico valle leonés, complementadas con el turismo vinculado al singular paisaje, que sin agua también peligra.
El Curueño sigue de este modo la estela de otros territorios leoneses como la Valduerna, donde también ha habido restricciones desde primeros de este mes, en una comarca donde los pozos son el principal sistema empleado para la distribución de los recursos hídricos.

En el valle del Torío denuncian nuevas restricciones por parte de CHD, según han explicado los afectados a La Nueva Crónica. Unas restricciones que vienen motivadas por el caudal ecológico, en un año en el que la sequía no ha sido el detonante, según apuntan. La situación, afecta a vecinos de pueblos como GarrafePedrúnMatueca, o Robles, y no solo a aquellos que disponen de un huerto o una finca con frutales, sino también a los ganaderos que no pueden disponer del agua para sus animales.
Para aquellos para los que la ganadería es su única forma de vida, el golpe de estas restricciones es importante. "Ahora mismo los animales están bebiendo de las fuentes naturales del monte, pero pronto tendrán que bajar". No comprenden la decisión tomada por la CHD. "Si fuera como antes, que el agua se usaba para abastecer León, lo entendemos, porque primero son las personas, pero no es justo que no podamos usarla para que un señor jubilado riegue su huerto en la Candamia, un huerto que no deja de ser una afición".

El pasado año por estas fechas se repetía la situación, pero entonces éstas estaban justificadas por la acuciante sequía que dejaba estampas propias del salvaje oeste, como en el caso de un desértico embalse de Luna. Pese a ello, en virtud del acuerdo de la Comisión Permanente de la Sequía de la Demarcación Hidrográfica del Duero para la campaña de verano 2018 publicado en el BOE el pasado mes de abril, "aunque técnicamente la demarcación abandona la situación de sequía prolongada, la vigencia del citado Real Decreto hasta 30 de septiembre de 2018 permite a la Comisión Permanente de la Sequía, en función del interés general, flexibilizar las restricciones de uso del agua actualmente existentes y mantener criterios de vigilancia y cautela en el uso del agua durante la campaña del verano de 2018 en aquellos sistemas en que las disponibilidades de recurso no alcanzan aún a cubrir las demandas".                     Fuente:     La Nueva Crónica

28 de julio de 2022

Los libros de La Mata de Curueño en formato digital

    

Están disponibles en Issuu, servicio en línea que permite la visualización de material digitalizado, como libros y revistas, los tres libros editados por la Junta Vecinal de La Mata de Curueño, así como los 142 números de la revista "La Mata de Curueño, un pueblo que nos une". Para acceder cliquear sobre las imágenes o en los siguientes enlaces:


4 de julio de 2022

Parajes en La Mata de Curueño

Del libro "La Mata de Curueño. Orígenes e historia de antier" extraemos del capítulo 3. Montaña y Ribera, el apartado sobre La Mata de Curueño. 

 3.3. La Mata de Curueño

Patrimonio del pueblo de La Mata de Curueño son en el monte, al Poniente o monte de Abajo las fincas rústicas del Monte de Perales y sus agregados, de unas 1.1000 hectáreas; el terreno mancomunado con Santa Colomba de Curueño, de 100 ha. y al Saliente o monte de Arriba, unas 450 ha. con el monte Las Solanas (Monte Gómez), de 84 ha., y desde el Matón, por donde el valle de San Tirso, hasta La Praderona y Valdefuentes y hasta el Camino de la Lomba, en su parte superior.

Parajes en los montes cercanos a La Mata de Curueño


Parajes en el monte del Poniente

 Formando parte de la ribera del Curueño, son patrimonio del pueblo de La Mata de Curueño, los pastizales del Soto, de 3,5 hectáreas; Los Valsales, de 0,5 hectáreas; El Sotillo, de 1,5 hectáreas y El Cascajal de Entrerríos, de 2,5 hectáreas; y las cuatro masas comunales resultado de la concentración de fincas parcelarias del año 1.976, en El Soto, La Parra, La Pradera y Valdefuentes, con superficies de 35.000, 3.115, 3.320 y 2.850 metros2.

El casco urbano de La Mata divide en dos, al norte y al sur, las 150 hectáreas de las tierras de regadío que constituyen la vega del pueblo. Son dos vegas separadas, de una anchura de unos cuatrocientos metros, que están encorsetadas por los  dos montes,  la carretera y el río.

Las Secadas, Los Praos Nuevos y El Soto, la limitan por el norte con las fincas de Pardesivil; y los terrenos de Roseco, Las Liviadas, Los Escabales, Trigales y Mermojona, son su deslinde por el sur. En medio se encuentran parajes como El Caballo, El Vago, La Moral y La Tuerta, por un lado, y por el otro, La Serna, La Parra, Las Barreras o La Tolera.

Parajes en el pueblo de La Mata de Curueño

 


1 de julio de 2022

Apertura de las piscinas municipales

 

Bando sobre la apertura de las piscinas y del polideportivo municipal del Ayuntamiento de Santa Colomba de Curueño

El Bosque de Pardomino

Cerca de La Mata de Curueño, el Bosque de Pardomino es una de las cinco zonas de Reserva Integral comprendidas en el Parque Regional de la Montaña de Riaño y Mampodre, junto al Pinar de Lillo, el Complejo Glaciar de Mampodre, el Sabinar de Crémenes y el Bosque de Hormas, por lo que para acceder a él debemos pedir previamente autorización al Servicio Territorial de Medio Ambiente de León, tel: 987 29 60 00 y 987 29 61 00. Es una Reserva Integral, LIC y ZEPA, que además cuenta con las figuras de protección del Plan de Recuperación del urogallo cantábrico y del Plan de Recuperación del oso pardo. Se trata de un bosque extenso, de unas dos mil hectáreas, situado en el límite suroeste del Parque, entre Boñar y Puebla de Lillo. Tiene un enorme valor ecológico tanto por su riqueza faunística como por su gran variedad botánica
Partiremos del merendero (dotado de fuente, mesas… ¡y un altar!) donde anualmente los vecinos del antiguo pueblo de Vegamián, engullido por las aguas del embalse del Porma hace varias décadas, se reúnen a celebrar la festividad de San Antonio. Continuamos por la pista que remonta el valle y en la que pronto encontraremos una barrera que nos recuerda la entrada en una zona de reserva. 
Comenzamos remontando el curso del arroyo Pardomino para después ascender por la umbría del hayedo hasta su parte alta, mirador de todo el valle.
En el frondoso bosque de ribera que nos va a acompañar buena parte del recorrido encontraremos rincones preciosos, con pequeños saltos de agua. A unos tres kilómetros de marcha pasaremos junto a una antigua construcción. El valle se estrecha y el hayedo de la ladera opuesta nos envuelve
El camino sigue en ascenso cómodamente, alternándose tramos de bosque denso (enormes ejemplares de haya y roble), con algunos claros que nos ofrecen magníficas vistas de todo el valle. 
También conocido por la leyenda como el monte de los 365 valles y 365 arroyos, tantos cómo días del año. Existe documentación del siglo IX que vincula a este monte con la monarquía leonesa, siendo Ordoño II el que fundó en su interior el Monasterio de San Andrés de Pardomino, hoy desaparecido.