Trasvase Curueño Porma
El túnel de trasvase de agua desde el río Curueño al río Porma y al pantano del Porma está estos días de actualidad al fallecer dos ciclistas asturianos, uno de ellos con casa en Tolibia de Abajo, que intentaban cruzarlo. La autopsia parece que confirma que la muerte fue por hipotermia.
Junto con la presa de
Porma, se construyó un túnel de trasvase de unos 6 km de longitud que atraviesa
un terreno de formaciones cámbricas y devónicas con calizas, pizarras y
cuarcitas. Tiene una capacidad de 22 m³/s para incorporar al embalse las
aportaciones del río Curueño, uno de sus afluentes. Esta derivación del caudal
del río Curueño se realiza mediante un sencillo azud sin capacidad de
regulación apreciable.
Dice Julio Llamazares en El río del Olvido: “La presa
de Villarín, a la que el viajero llega cuando en las hoces comienza a hacerse
de noche, es un pequeño dique, pero el túnel es una obra de ingeniería a tono
con el entorno en el que se abre. No en vano mide siete kilómetros y fue
excavado en la roca a pura fuerza de voluntad. Pese a lo cual, sólo se usa en
primavera (y cuando las tormentas de verano convierten al Curueño en un gran
río), mientras que el resto del tiempo sirve tan sólo para que algún vecino de
estas aldeas pase por él hacia el otro lado, alumbrándose con una linterna o
con el toco de la bicicleta y ahorrándose de ese modo los cincuenta kilómetros
que tendría que recorrer- bajando a La Vecilla y cruzando hasta el Boñar- de
hacerlo por carretera. El Curueño, aunque bravío, no da para todo el año.”
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