"No me voy, nos echan"
«No me voy, nos echan», dice José Vicente Casado, artesano de réplicas prehistóricas, experto mundial en meteoritos y eficaz divulgador. Instalará su nuevo taller en Cantabria y abandona León "harto de palos en las ruedas". "Hace unos días caminaba con mi hijo por Santander y se sorprendía al ver tanta gente joven»
Los pronósticos dicen que en veinte años la mitad de los pueblos de León estarán deshabitados. ¡Qué pena! ¡y no se hace nada!.
José Vicente trabajando en la réplica de una mandíbula de un antiguo tiburón
La letra de una canción del grupo de rock Ilegales ronda estos días la cabeza de José Vicente Casado. La que en su estribillo decía aquello de: «Diez años de lucha solitaria son suficientes para reventar». Pero es mucho más de una década lo que lleva este cazador de meteoritos y artesano de réplicas de dinosaurio y de todo tipo de criaturas prehistóricas, amén de popular divulgador, realizando sus diversos y siempre sorprendentes trabajos desde un taller leonés. Una tierra que conoce, admira, defiende y ensalza allá por donde va, y realmente va a muchos lugares. Pero también una tierra donde la falta de ambición y de oportunidades, y de instituciones en muchas ocasiones opacas a la defensa y promoción de su patrimonio geológico, histórico y natural ha provocado que, después de casi toda una vida teniendo Navatejera como base de operaciones, Casado haya decidido hacer la maleta e instalarse en otro lugar.
«No me he ido muy lejos, estoy en Liencres, Cantabria, donde ya he recibido varios encargos de Altamira, como réplicas de arte paleolítico y neolítico, y de la cueva del Soplao», explicaba ayer al Diario José Vicente Casado (Trobajo del Camino, 1967), que en estos momentos se encuentra a caballo entre León y la localidad costera, trasladando todo esos materiales y ‘criaturas’ que hacen de su taller un auténtico museo, un sugestivo viaje en el tiempo. «Esto no lo hago sólo por mí, lo hago también por mis hijos, por su futuro —comentaba—. Hace unos días caminaba con mi hijo por Santander y se sorprendía al ver tanta gente joven». «No nos damos cuenta de lo que está pasando con León, una tierra con un patrimonio increíble pero donde ya vemos lo que está pasando, sólo hay que echar un ojo al último censo. Eso sí, lo que no dice ese censo es que se están yendo los que más valen, los más preparados —continuó—. La verdad es que estoy muy cansado. Muy cansado de ganarme enemistades por hacer cosas, de trabajar gratis por mi tierra, de que cada vez haya menos instituciones que te apoyen...». Las facetas de José Vicente son múltiples y ciertamente mediáticas: por ejemplo, es uno de los expertos en meteoritos más conocidos y entrevistados, y como creador de réplicas, piezas suyas, algunas de enorme tamaño, pueden contemplarse en museos de países como, además de España, Francia, Alemania, Japón, Estados Unidos o la República Dominicana. Así, el Museo del Jurásico del vecino Principado contiene muchos dinosaurios por él diseñados, aunque Casado mantiene que León tiene, «como mínimo, el mismo patrimonio en ese sentido que Asturias»
Descubridor y recuperador de árboles y bosques fósiles enteros, entre otros hallazgos, como una placa con pisadas de temnospóndilos, única en el mundo —una especie anterior a los dinosaurios, de más de 300 millones de años—, Casado también es conocido en León por llevar a cabo otras actividades divulgativas, como charlas sobre el cielo nocturno o bateos de oro en los ríos. «Aquí tengo un aeropuerto con vuelos diarios a Londres, París...», ejemplifica, y compara algunos aspectos de ambas regiones: «Nosotros tenemos el mayor territorio de Picos de Europa pero por León sólo entra el 5% de turistas, mientras que Cantabria tiene el 20% y acapara la mitad de la gente, eso por saber promocionarse y por cuidar sus paisajes» («a mí me han acusado de expoliador cuando he sacado fósiles de minas donde iban a ser destruidos», recuerda). «En cuanto a la observación, aquí hay planetarios y en León, con unas condiciones de cielo muchísimo mejores, ninguno, a pesar de todo lo que hemos luchado para su instalación». «¿Y Las Médulas? —prosigue—. Un lugar Patrimonio de la Humanidad no puede permitirse un centro de visitantes tan precario».
Aunque se instale en Liencres, Casado asegura que todo lo hallado en la provincia «permanecerá en León, y en León seguirá hasta que una institución adecuada pueda hacerse cargo de ello». De momento, se va. Pero precisa: «No es que me vaya, no, es que nos echan».
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