La Quebrantada (Vegas del Condado)
La Quebrantada desde la carretera del Puente Villarente a Boñar - San Isidro
En la excelente web Celtiberia.net encontramos información sobre la actuación romana en La Quebrantada de Vegas del Condado para buscar oro, al igual que hicieron en Las Médulas.
En dicha zona actualmente también se encuentra la Cruz de Vegas, inaugurada en 1983 a iniciativa de fray Ignacio de Vegas.
"Sin duda todos los celtiberos conocemos el sistema de explotación romano, para minas de oro, conocido como “Ruina Montium”, por el que se hacía llegar gran cantidad de agua a través de canales hacia una montaña, debidamente agujereada, hasta que conseguían que se derrumbase, yendo los materiales resultantes a un estanque de decantación donde se iban separando hasta conseguir sacar el oro de las arcillas donde reposaba. El ejemplo más conocido de este sistema es el paraje conocido por “Las Médulas”, pero lo que ya no es tan conocido es que hubo otros muchos lugares donde dichas excavaciones se descubrieron poco rentables y se abandonaron. A uno de estos lugares es donde quiero llevaros hoy.
Dejamos León por la N-401, dirección Valladolid, y a unos 12 Km., al entrar en el pueblo de Puente Villarente, nos encontramos una desviación a la izquierda que indica Boñar-Pto.de S.Isidro. Cuando tomamos esta carretera local nos llevamos la grata sorpresa de una recta de más de 20 Km., pero que nos sobran, pues no conviene que nos relajemos demasiado con el paulatinamente cada vez más agradable paisaje de ribera que nos va a ir envolviendo (El Porma nunca estará a más de 2 Km. de nosotros y fluye paralelo a la carretera) con bucólicas praderas y agradables bosquecillos de chopos, pues a unos 10 minutos en velocidad moderada, nos encontraremos un nuevo desvío, en el Km.16, que nos marca la entrada a la Villa - Ayuntamiento llamada Vegas del Condado, población de la que quizás otro día hable. Es justo al embocar este desvío cuando, de repente, nuestra mirada se ve agredida con un horizonte roto por una gigantesca cárcava que parece un zarpazo dado al monte bajo que nos venia acompañando y que, justo aquí, alcanza su máxima altura de cerca de 1.100 mts.
Esta gran grieta es conocida por el arcaico, descriptivo y sonoro nombre de “La Quebrantada”, palabra que da a entender algo más que un simple derrumbe o rotura. Como nuestro objetivo es subir a su cumbre seguimos la carretera y atravesamos el pueblo, siempre rectos, por su Plaza Mayor, hasta llegar a un puente moderno que atraviesa el Porma. Aunque se puede subir en coche hasta arriba yo aconsejaría aparcarlo antes de cruzar el puente y disfrutar de una agradable caminata. Lo primero es echar una buena ojeada a la base de la cárcava, con 300 mts de ancho y 150 mts de altura, que ya de por sí nos impondrá cierto respeto. A continuación tomamos por una senda forestal que sale a nuestra izquierda, poniendo atención a la posible existencia de mastines que protegen un aprisco próximo, perro noble pero peligroso cuando “esta de servicio” y entras en su terreno. Por ello lo mejor es no hacer caso de sus ladridos y simplemente separarse lo posible de los canes e iniciar el ascenso por la mencionada pista, ascenso que tiene su aquel, aunque nada que no pueda superar un especialista en triatlón (bueno, vale, exagero un poco).
El camino esta bordeado por un bosque impenetrable formado mayormente por encinas, robles y, sobre todo, muchas urces, haciendo imposible el salirse de la ruta por lo tupido de la vegetación, y una vez alcanzada la cumbre podremos gozar de una maravillosa vista de la ribera del Porma y los pueblos que la bordean. En la cima se alza, desde hace unos años, una inmensa cruz metálica adonde los lugareños van de romería una vez al año, por ello, la última vez que subí hará media docena de años, ya había unos bancos y mesas pétreos para facilitar las meriendas. Pero aún no hemos hablado del motivo de venir hasta aquí, que no es simplemente para recrearse con el paisaje, sino el de contaros una historia, una de las más características del folclore leonés, se trata de la leyenda de ““El Molino de la Griega””.
Creo que a todos los que nacimos por la zona nuestros abuelos nos la contaron igual:
“En tiempos pretéritos llegó al pueblo una mujer, griega de nación, de fuerte carácter y personalidad, con el fin de construir un molino harinero, con el que ganarse la vida, en la cima del Monte de Vegas. Este molino no funcionaría con viento, no, sino con la fuerza motriz del agua. Cuando se le hizo ver que en la ubicación escogida no había agua ninguna, ya que el río, por voluntad de Dios, por donde pasaba era precisamente por la base del monte y no por la cima, ella respondió, henchida de soberbia:
-“Quiera Dios o no quiera el “molin” ha de moler porque lo manda la Griega”. Y así, ni corta ni perezosa, construyo el molino y después, con el tarugo trasero de su madreña, cavo un canal a través del monte hasta lejanas tierras donde encontró agua para transvasar a su “molin”. Pero cuenta la historia que, cuando las aguas llegaron formando torrentera, el molino no pudo aguantar su empuje y se derrumbo, arrastrando consigo a parte del monte en donde enraizaban sus cimientos, formándose así “La Quebrantada”. Fin de la historia”
¿No es una forma preciosa de justificar las consecuencias de unos trabajos mineros que no llegaron a buen termino?. ¿Qué en que me baso?. Allá van mis conclusiones: Esta leyenda no es exclusiva de Vegas, también se cuenta con leves variaciones en poblaciones como Villarroquel, Valdecastro o Cifuentes de Rueda, donde también se han certificado, de forma más o menos probada, la existencia de excavaciones similares. Nótese la similitud en el gentilicio “griega” y la raíz cética “briga”, con su sentido de fortaleza militar. Recuerdo aún en mi juventud de haber visto restos, desperdigados entre los matorrales, de una construcción con piedras (ahora pienso que labradas), ¿ no podrían ser los restos de una pequeña construcción militar para vigilancia de obra?, no tenía que ser muy grande ya que Lancia se encuentra justo a la otra vertiente del monte. En la zona existen topónimos que indicarían una presencia romana, como Valdecastillo o Valdequintana Asimismo en la zona existe el llamado "cerro del telégrafo" donde incluso se alcanzaron a ver ruinas (esas yo no las conocí). ¿A que telégrafo podrían referirse, al del sistema Mathé de 1844 o a uno quizás mucho más antiguo? Existe la tradición de una calzada romana secundaria que, saliendo de Lancia, recorrería la loma del Monte de Vegas hasta conectar con alguno de los puertos de La Cordillera Cantábrica (¿S. Isidro, Señales o S.Glorio?). Los restos de esta calzada terminaron de desaparecer con las modernas roturaciones del monte y la apertura de vías forestales y cortafuegos.Uno de los puntos básicos para estas explotaciones era la traída de aguas y aún se pueden ver, a pesar del paso del tiempo y de forma intermitente, los restos de un canal que llegaría hasta una laguna pluvial que se encuentra a unos Kilómetros, conocida como Laguna de Rabilán, Ramilan o Resmilan, que con los tres nombres la he visto mencionada, posible estanque donde se acumularían las aguas de las lluvias utilizadas para provocar la “ruina montium”.
Lo anteriormente expuesto no son más que unas consideraciones a vuelapluma sobre un tema que siempre me interesó desde que la Historia empezó a hacerlo. Un reto que podría servir para que se lucieran algunos investigadores aventureros, que se diesen un paseo por la zona y aprovechen a tomarse un cocido leonés para recuperar fuerzas. hay queda el reto y como dicen en la zona ¡¡¡¿Hay quien luche?!!!.Paz y bien
Bibliografía:
“Vegas del Condado (Historia, Leyendas, Folclore)” – Restituto Martínez
“Vegas del Condado (Villa y Parroquia)” – Fray Orencio Llamazares
“La Leyenda de la Griega” – Eutimio Martínez
Información complemetaria.
El método de "ruina montium" o "arrugia" descrito por Plinio corresponde a un sistema de explotación extensivo (hoy denominado cortas de minado) que fue el empleado de forma mayoritaria en Las Médulas. El agua se canalizaba desde el nacimiento de ríos y arroyos transportándola a depósitos ("piscinae" o "stagna") situados en la parte alta de la montaña hasta llenarlos.En el momento oportuno, el agua se soltaba repentinamente y a su paso por las galerías abiertas en las entrañas de la montaña se conseguía la erosión y el derrumbamiento de las masas aluviales.La fuerza hidraúlica continuaba actuando, tras el derrumbe, arrastrando la masa hacia los canales de lavado, las "agogae". Los estériles más gruesos se eliminaban antes de penetrar en los canales (eso explica los enormes montones de cantos rodados, denominados "murias", que se ven en todo el entorno) y los estériles más finos se encauzaban por los canales de evacuación hacia los conos de deyección de estériles o colas de lavado.De acuerdo con la descripción que hace Plinio, las "agogae" estaban hechas con gradas y cubiertas con tojo.
En la página web de nuestros vecinos de Castro del Condado aparece la LEYENDA DE LA GRIEGA.
Responde todo al lavado del mineral aurífero. Las aguas se remansan, se practican túneles y galerías por el terreno. Cuando se suelta el agua embalsada se desmorona el monte , “la ruina montium”. Luego se lava la tierra, el lodo, se extienden árgomas y pieles de carnero con la lana recortada ocupando la baja pradera, a fin de que entre la lana se quede el polvillo de oro y las pepitas. Este fue el origen del mito del vellocino de oro, que también dio origen a la condecoración del “toisón de oro”. Por este procedimiento se formó la quebrantada de Vegas del Condado, monte que se arruinó en un gran tajo que llegaba hasta el Porma, para el lavado minero de las arrugia. Allí se habla todavía de los Molinos de la Griega. En otros lugares que se denominan VALDEFORNOS, como en Gete, Barrillos del Curueño...y por que no, en Castro del Condado, geográficamente frente a Vegas, se obtenía el oro fundiendo las piritas y sulfuros para obtener el oro de la escoria. Calentaban las arcillas auríferas en los hornos con carbón vegetal, casi siempre de roble.Tenían la supersticiosa creencia de que la madre Tierra daría el oro cuando se encontrara maduro, como si fuera un parto en su momento oportuno. Pero así tardaba mucho y entonces se recurría a ayudara la madre Tierra a parir, calentando a los sulfuros en los hornos. Para aplacar su ira se echaba en los hornos pollos o pavos, como sacrificios expiatorios, por la irreverencia cometida contra la madre Tierra. De ahí nació el mito de los Hornos del Griego. las leyendas relacionadas con los Hornos del Griego, siempre mezclan las cuevas con sus tesoros de gallinas o pavos con polluelos de oro, y son muy abundantes en las aldeas leonesas. Los Molinos de la Griega y Los Hornos del Griego, son leyendas y mitos leoneses que hacen referencia a explotaciones auríferas.
3 comentarios:
Gracias por la Entrada, recientemente he estado de ruta por la Cruz y me encanto saber su Historia.
No puedo parar de leer. Por favor no deje ud de investigar estas cosas. Muchas gracias.
Muy interesante. Gracias.
Sólo una cosa a ver si la puedes editar:La Leyenda de la Griega” – Eutimio Martínez.
No es Martínez, es Martino.
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