Cincuenta aniversario del Teleclub de La Mata
Reunión de juventud el 12 de octubre de 1981.
Graci, Toñi, Camino, Mª Amor, Carmen, Juan, Carlos, Tino, Juanjo, Fernando,
Juan Carlos, Chema y Mª Jesús
En 1980 los socios del
Teleclub pagaban 200 pesetas al semestre. Se entraba por una puerta que había
junto a la actual bolera, había un mostrador para servir las bebidas y los jóvenes se divertían a su manera.
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Se celebra este año el cincuenta aniversario
del Teleclub de La Mata de Curueño, que se festejará el viernes 2 y el sábado 3 de agosto. Si en estos cincuenta años has conocido el Teleclub de La Mata, no te puedes perder el fiestón que se está preparando. Es cita de reencuentro obligada. Seguiremos informando.
El libro “La Mata de Curueño. Tomo 2. El ayer del siglo XX”
recoge en un capítulo su historia:
“En los años sesenta se crearon en España los
teleclub, espacio público y abierto en el mundo rural donde se podía ver lo más
moderno del momento, la televisión. Casi todos los pueblos tuvieron su
teleclub. En 1969, siendo Juan Fernández presidente de la Junta vecinal, se
elaboró una memoria para solicitar al Ministerio de Información y Turismo una
televisión para el pueblo. La entregó el ministro Manuel Fraga Iribarne, el 10
de mayo de 1969, en el Parador de San Marcos de León, junto a otros treinta y
un pueblos. Fueron a recogerla Lucinio y Antonio, que ya vivía en León. La
trajeron a La Mata en el coche de línea. También enviaron libros, entre ellos la
colección de Salvat. Así nació el Teleclub, donde los vecinos iban a reunirse,
a ver la televisión y a jugar a las cartas. Era como una pequeña casa de
cultura y un medio de comunicación social. Estaba donde está ahora, en el local
de la escuela nueva.
El
televisor se colocó, en un principio,
en lo que era la cocina de la casa del maestro, aunque pronto se pasó a la
habitación donde se daba la clase. Entonces, algunos vecinos se reunían para
ver “el parte” de las noticias, alguna
película, corrida de toros o partido de fútbol. En la madrugada del 20 de julio
de 1969, cuando el hombre llegó a la luna en el Apolo XI, varias personas de La
Mata estuvieron toda la noche, hasta el amanecer, viendo la televisión en el
teleclub.
Se organizó una Junta directiva para su buen
funcionamiento y facilitar un elemental servicio de bebidas y pinchos; algunos
socios se encargaban a corrida, por
semanas, del servicio.
Existe un fichero, iniciado en octubre de
1969 y finalizado en marzo de 1970, donde se registran cuarenta y dos socios
con cuotas de dos pesetas los adolescentes, ocho las mujeres, diez los hombres
y alguna aportación extraordinaria de cincuenta pesetas.
En otro libro, correspondiente a los años de
1980 y 1981, se encuentran reflejados gastos por la adquisición de mercancía
diversa a Tinín y a Severino: tabaco, latas, pipas, patatas fritas, así como
vermú, coñac, vinos, tónicas, cerveza, naranja, pepsi y café; también, el pago
de facturas de luz, compra de bombonas de gas para la estufa y alguna
reparación del mostrador. En esa época, los jóvenes realizaron eventos como la
primera comida de la Peña La Caseta o la despedida a Evaristo que se iba a la
mili.
A
mediados de los años ochenta, al empezar a funcionar el bar restaurante Las
Colineras, el Teleclub fue decayendo como tal y pasó a ser centro de reuniones
del Concejo, de alguna partida de brisca,
de la celebración de cumpleaños y de las queimadas que preparaba Carlos. Por el
invierno se solía encender la cocina como calefacción, para ir a jugar a las
cartas.
El edificio fue construido en 1943, como Casa
del Maestro. Tenía dos puertas de entrada, con cocina, baño, tres habitaciones,
despensa y leñero. La estrenó el maestro D. Lucio Bermejo y su familia, y en
1955 pasó a ser la Escuela nueva, hasta 1970.
A mediados de los años ochenta, con una
subvención de 90.000 pesetas del Gobierno Civil, Antonino con ayuda de algunos vecinos
en hacendera, realizó una reforma importante. Se tiraron algunos tabiques para
ampliar la zona dedicada a Teleclub y se cerró la puerta que daba a la bolera
actual, dejando una habitación como dispensario médico y otra como sala de
espera y colocando la cocina, el fregadero y el baño, que han durado hasta la última
reforma. En la actualidad consta de un amplio local de 60 m2 con un
mostrador, el local de la Junta Vecinal de 9 m2, otro para los aseos y el
almacén, adosado, de unos 20 m2.
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