Y los Magos nos trajeron cencellada...
La cencellada es un hidrometeoro consistente en la formación de hielo sobre una superficie sólida por el congelamiento de las gotículas de agua subfundidas de un banco de niebla. Sus subtipos son la cencellada blanca y la cencellada dura.
La cencellada blanca es la formación de plumas y agujas de hielo suave de color blanco sobre una superficie sólida. Las propiedades físicas de la cencellada blanca son muy parecidas a las de la nieve húmeda, por lo que su apariencia es similar a la de una nevada.
La cencellada dura es la formación de un hielo duro y opaco o parcialmente transparente, sobre una superficie sólida. La cencellada dura es frecuente en alta montaña y su formación requiere temperaturas muy bajas (-2 °C a -8 °C) y de la presencia de vientos moderados o intensos. La niebla congela al lado de barlovento de los árboles y otras superficies verticales, formando láminas de hielo duro, a modo de peines o banderas, desemejante de la cencellada blanca que parece plumosa. Estas láminas pueden alcanzar varios centímetros, dependiendo de la velocidad del viento. La cencellada dura se adhiere fuertemente a las superficies sólidas.
Muchas veces este fenómeno se combina con el de la escarcha. La diferencia radica en que para que se de la cencellada es necesario que haya niebla, mientras que en la escarcha es que sólo el vapor de agua que hay en el aire se condensa.
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