El cierre de las térmicas de Lada y Velilla entierra el plan de la línea de alta tensión
El anuncio realizado por Iberdrola sobre su intención de cerrar las centrales térmicas de Lada, en Asturias, y Velilla del Río Carrión, en Palencia, supone, además de un varapalo más para el carbón autóctono, el adiós definitivo al proyecto de la línea de alta tensión entre ambas instalaciones eléctricas.
La línea, que ya tenía muy pocas posibilidades de construirse después de que el Ministerio de Industria, Energía y Turismo no contemplara su ejecución en el Plan de Desarrollo de la Red de Transporte de Energía Eléctrica 2015-2020, fue ideada para evacuar el excedente de energía del Principado de Asturias a través de 124 kilómetros de red que atravesaría la montaña leonesa.
La línea, que ya tenía muy pocas posibilidades de construirse después de que el Ministerio de Industria, Energía y Turismo no contemplara su ejecución en el Plan de Desarrollo de la Red de Transporte de Energía Eléctrica 2015-2020, fue ideada para evacuar el excedente de energía del Principado de Asturias a través de 124 kilómetros de red que atravesaría la montaña leonesa.
Sin embargo, ya en 2015 el ministerio argumentó que no encontraba justificación económica al proyecto, ya que las posibilidades de evacuación se habían reducido debido a la crisis y «a la sobrecapacidad actual de generación instalada». En el plan, Red Eléctrica de España reconoce que la línea estaba paralizada desde mucho tiempo antes del Real Decreto de 2012 que ordenaba la paralización de varias actuaciones, y que, debido a la crisis, «el escenario del sistema eléctrico español ha cambiado bastante respecto a los previstos en los planes anteriores» cuando la línea fue planificada. Durante su tramitación ambiental, el proyecto recibió más de 27.000 alegaciones en su contra de los 19 pueblos asturianos y leoneses afectados por el paso de la línea, y de varios colectivos ecologistas.
Iberdrola dio a conocer ayer en un comunicado que ha solicitado al Ministerio de Energía autorización para cerrar sus centrales térmicas de Lada, en Asturias, y Velilla, en Palencia, dentro del proceso de clausura de todas sus centrales del carbón en el mundo, aunque la medida no afectará al empleo de los trabajadores. Toda la plantilla de las plantas afectadas (90 trabajadores en Lada y 80 en Velilla) será recolocada en las labores de desmantelamiento de las plantas, que se extenderán durante cuatro años desde la fecha de aprobación de cierre, y en otras instalaciones de la empresa.
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