Día a día en La Mata
Del número 120 correspondiente al cuarto trimeste de la revista trimestral "La Mata de Curueño, un pueblo que nos une" rescatamos el relato promenorizado que hace Mª Jesús Álvarez del devenir diario de un pequeño pueblo como el nuestro. ¡Gracias Mª Jesús, por acercarnos La Mata!
Hemos tenido un otoño de los buenos pues el tiempo nos ha dado días de sol por lo que los jubilados se han quedado más semanas y el ganado ha estado más tiempo en los campos; llovió lo suyo y nevó ya algo lo que aumentan los manantiales y la humedad den el terreno; y ha hecho bastante frío que ayuda a curar mejor las matanzas.
Al inicio de octubre, el guarda del río avisó de que ya no se podía echar agua de riego por los canales y las presas para evitar tanta rotura como hay a causa de las heladas que luego no hay nadie para arreglarlas; lo malo es el ganado que se queda sin beber y hay que colocar en los prados depósitos de agua.
Han informado al presidente de que van a hacer ampliación de la línea eléctrica allá por el monte de Perales, por encima del pueblo de Pardesivil, siguiendo la que hay ya. La que parece parada es la línea de alta tensión que querían hacer por el valle y por lo que se ha protestado tanto. Al final la harán y a callar.
Algunas mujeres del pueblo junto a varias de Pardesivil, que llegan a ser la docena, comenzaron las clases de gimnasia en el Teleclub dos días a la semana.
Los obreros que hacían la casa de madera para Juan y Carmen en la huerta de su padre Marcelino, al inicio del camino de la Parra, ya la han terminado. Así tendremos más vecinos, pues a sus hijos, Juan Emilio y Víctor les gusta mucho el pueblo; también, ya está terminados los arreglos de la casa de Mª Ángeles en la plaza de las Nogales.
Se fueron las últimas golondrinas con sus crías; han tardado más en desaparecer las moscas y las avispas que estaban gafas y molestaban tanto cuando se va por los caminos y por los prados con el ganado al que acribillan sin compasión.
Los vecinos que antes salían al fresco y hacían tertulia se encierran en el Teleclub donde juegan la partida de cartas; además, como hay máquinas de bebidas pues se está mejor.
Ya estamos rodeados del amarilleo de las hojas de los árboles, pues con los montes y ahora las vegas con tanta chopera, miras a cualquier parte y todo se va poniendo amarillo; las balsas y los espinos también, porque han tenido poco riego, así que no ha habido casi moras. Destaca, al mirar por las tardes al monte junto al río, pues entre los robles y los brezos forman un hermoso color como dorado al darles el sol del poniente.
En Barrio falleció Vicente, hijo de Vicente y Maruja, y hermano de Gari que tiene el taller mecánico frente a la gasolinera.
Hubo gente por el puente del Pilar a pesar del mal tiempo con lluvia y frío y los cuarentones de la peña la Caseta hicieron su comida anual en el bar las Colineras aunque este año vinieron menos; Pilar invitó en el Teleclub por su santo como hace estos últimos años.
Se ven alguno por el día, pero por las noches deben bajar muchos zorros que pasan hambre en el monte pues buscan ratas, ratones, topillos y hasta en los cajalones de los caballos y las boñigas de las vacas se nota que rebuscan alimento; los arrendajos se meten en las fincas a comer grano y semillas de las hierbajos.
Simón se operó de cataratas y Finita estuvo ingresada en el hospital por lo que ella y Agustín se fueron ya para Vitoria.
El tiempo cambia mucho mezclando días buenos de sol y malos de frío por lo que los catarros y las gripes aparecen, aunque hay menos que antes porque los mayores se vacunan a tiempo.
Se sigue oyendo la emisora de radio del pueblo que llega a bastantes localidades cercanas. Pues así nos lo dicen que da gusto. Los sábados, Iris y Carmen colocan las cintas que están preparadas con música y noticias nuestras.
Comenzaron a tirar los chopos del plantío de una finca de la Parra que es propiedad de la familia de Eliseo y que tenían más de cuarenta años. A ver si ahora se ve mejor la tele por los vecinos del barrio de Abajo, pues decían los técnicos que al ser tan altos podían interferir algo. La verdad es que la tele no llega a verse bien del todo en estos pueblos.
La última semana llovió a jarros con mucha agua por calles, caminos y fincas como hacía tiempo que no se veía así; las presas no podían con tanta agua y el río creció mucho y se desbordó por el Sotín y el Picón de Plácido.
Comenzó noviembre con el ambiente lleno de mucha humedad por tanta agua como tuvimos los días pasados; las Peñas de La Vecilla están muy tapadas por la nieve así que el viento del norte viene frío de verdad y las nieblas enfrían aún más.
Celebramos la fiesta de Todos los Santos el día 31 con misa y responso por los difuntos en el cementerio viejo; al día siguiente el responso fue en el cementerio nuevo.
Se ve el humo que sale de los jardines y las huertas pues se está quemando, con permiso, los restos de las podas y las siembras.
Se está subiendo a por leña al monte de Perales que allí hicieron las suertes este año para siete vecinos y otros cuatro repitieron las del año pasado pues les sobraba leña y no hay que dejarlas a medio cortar que después crece lo nuevo entre los restos no cortados de los robles y no es regular el crecimiento.
Hicimos la fiesta de nuestro patrono S. Martín el día 13 que fue sábado y así vino más gente; hubo misa y se besó la reliquia del santo que es un huesecillo pegado a un trozo de tela. Nos juntamos unos 60 en el campamento pues nos dejan la cocina para hacer la paella y el cordero lo traen asado de Villanueva; pagamos a escote y se pasó muy bien.
Las vacas de leche ya salen menos de las cuadras pues se nota que tienen frío y se hacen las remolonas, al contrario que a la vuelta que lo hacen rápido. Las de carne y los caballos y yeguas se pasan el invierno en los prados y aguantan más.
Hemos tenido unos días con el cielo raso por las noches y con heladas muy gordas que lo blanquean todo, muy nublado al amanecer con cara de nieve para luego pasar con bastante sol por el día.
Siguen las obras en las casas de Mª Teresa, nieta del tío Cayetano, por donde el Barrio Arriba, que la hacen nueva; en Roseco, los asturianos llevan mucho tiempo haciendo mejoras. Miguel Mitre y Raquel están ampliando la suya, en la plaza las Nogales, haciendo obra en el pajar que fue de José Sierra.
A final de mes se preparó para nevar unos días antes y lo hizo bien un día aunque no duró mucho porque volvió la lluvia y se lo llevó todo.
Diciembre empezó con el tiempo parecido al mes anterior con días de sol aunque más de lluvia. Así que no se abrieron apenas casas por el puente de la Inmaculada y hubo algo de ocupación en la Casa Rural. En el campamento Jumavi se vio bastante movimiento de jóvenes y monjas.
Se llevaron los trozos de madera de la chopera recién cortada que tenían en el camino de los prados de la iglesia, aunque no han terminado pues los camiones no pueden entrar a la finca por el suelo tan embarrado como está.
Hay que quemar los restos de leña que quedaron por Entrelosrríos del año pasado, pues los vecinos ya no llevan más y hay que dejar limpio la ribera del río para evitar que se los lleve si hay crecida y haya problemas río abajo.
Miguel se operó en León, pero pronto vino con Pilar a seguir en su casa pues son los únicos jubilados que pasan todo el año aquí. Antonio Rodríguez se fue a pasar el invierno a León.
Aunque dicen que no hay buenas setas en el monte por la mucha lluvia algunos sí que las cosechan.
Lucinio hizo la matanza de tres cerdos y Felipe y Margarita la hicieron con la carne que se la traen ya preparada para evitar tanto trabajo como da; algún vecino más hará algo de matanza en otra fecha.
Sigue lloviendo mucho y hay humedad por todas partes: en las casas, en el campo y en el monte. Volvió a crecer el río, por los arroyos del monte venían con agua muy embarrada y por la lluvia se llevó la nieve de las peñas.
Ana Cuesta y Lucinio y sus hijos están cambiando las ventanas viejas de madera de sus casas por otras de aluminio con persianas. El arreglo de los tejados tendrá que esperar, pues no se puede hacer ahora con tanta agua.
Los días 17,18 y 19 tuvimos niebla además de las heladas gordísimas con 8 y 10 bajo cero, que se helaba todo hasta el agua de los bebederos de los animales; los tractores hay que guardarlos bajo techo y cubrir con lonas las ruedas pues se les hiela el agua dentro y pueden reventar.
Como estos últimos años, siguen colocando el nacimiento en el altar de la Virgen del Camino, pues así caben todas las figuras que algunas son bastante grandes y queda bien pues se ve mejor. Como está prohibido coger musgo y cualquier cosa en el monte, se arreglaron como pudieron buscándolo en las zonas sombrías de las huertas y de los prados.
Se han adornado para las fiestas de navidad pocas ventanas y algún árbol de las plazas, lo que cambia el ambiente y se agradece que parezca que se está de fiesta. Hay anuncios de que el domingo 26 en Barrillos hay teatro de la Pastora de Aviados y actúa la Coral Coyantina.
No tocó una vez más el número de la lotería de navidad, así que a esperar otro año.
Plácido vino el día 24 porque, como está ya en España, puede pasarlo con nosotros, y atender a los oficios religiosos del pueblo y de alguno más cercano. Cantamos villancicos de los de antes. Alguna familia más joven vendrá a pasar Nochevieja con amigos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario