El pendón de La Mata de Curueño en la romería de San Froilán. La Virgen del Camino, 2025

 

Cada 5 de octubre, la provincia de León se tiñe de fiesta, color y tradición para celebrar a su patrón San Froilán, y el epicentro de esa explosión cultural y de ocio es la emblemática Romería en La Virgen del Camino. Declarada de Interés Turístico Provincial y Regional, esta fiesta que se viene celebrando desde mediados del siglo XVI, es una cita ineludible que nos conecta con el alma más auténtica y alegre de la tierra leonesa. 

La Romería de San Froilán es mucho más que un día festivo; es un testimonio vivo de siglos de historia. San Froilán, que fue obispo de León entre los años 900 y 905, es el patrón de las diócesis de León y Lugo. Aunque su vida estuvo marcada por el retiro como ermitaño en Valdorria, el pueblo de León nunca lo dejó solo, y esa devoción masiva se mantiene con miles de romeros peregrinando a La Virgen del Camino para rendir honores.

Una cita en torno al Santuario de la Virgen del Camino, patrona de León, que es el punto de encuentro de las tradiciones religiosas y populares más arraigadas. Y si hay algo que caracteriza a este evento es su espectacularidad y el sabor a tradición.

Un día grande que comienza con el Desfile de Pendones y Carros Engalanados. 250 pendones y pendonetas, esas enormes y coloridas banderas de damasco que representan a cada pueblo del antiguo Reino de León desde la Edad Media y que se alzaron al cielo desde la explanada del hipermercado E.Leclerc hasta la basílica. Y así, millares y millares y millares de personas unidas a la devoción por el perdón y por lo leones.

Y ahí estuvo este año el pendón y el pueblo de La Mata de Curueño. Otros años, cuando no cae la festividad en fin de semana, no tenemos portadores que lleven el pendón durante los casi tres kilómetros de recorrido. Y disfrutamos de la experiencia acompañando al estandarte de Los Cantarales y al pendón que se elevó orgulloso junto a la Basílica de la mano de sus porteadores: Juan Emilio, Alex, Rafa y Nacho, con el acompañamiento de la dulzaina de Jesús Bayón y el ‘Todos somos de León’ a golpe de saxofón.