26 de noviembre de 2014

Héctor Robles premiado en la 4ª Bienal Iberoamericana de Diseño

El diario  ABC   recoge el premio otorgado al matense Héctor Robles. ¡Enhorabuena Héctor!

 El leonés Héctor Robles premiado en la 4ª Bienal Iberoamericana de Diseño
25-11-2014 / 19:51 h EFE

El leonés Héctor Robles, de la empresa DOMO, ha sido el ganador del "Premio BID 14 Fundación ONCE Diseño Para Todos" por la creación de un sistema que facilita la comunicación en los hospitales.
Este premio se concede en el marco de la 4ª Bienal Iberoamericana de Diseño, que organiza la Fundación Diseño Madrid (DIMAD fundación) y es un punto de encuentro de referencia del sector, que congrega en cada edición a centenares de diseñadores.
Con su premio, la Fundación ONCE pretende distinguir los proyectos que buscan un diseño sin barreras, accesible y centrado en la tecnología de apoyo.
La misión de la Fundación ONCE es contribuir a la plena inclusión social de las personas con discapacidad, contribuyendo a hacer efectivo el principio de igualdad de oportunidades y no discriminación; objetivo donde el diseño para todos es parte esencial.
En este sentido, la Fundación destaca que "el proyecto galardonado en la Bienal Iberoamericana de Diseño encaja a la perfección con este enfoque global del diseño para todos".
La cita, inaugurada hoy por la alcaldesa de Madrid, Ana Botella, es la más relevante del mundo del diseño en el ámbito de la comunidad hispanohablante.
La exposición reúne más de 400 trabajos que exploran las nuevas tecnologías y la sociedad digital y, después de Madrid, se extenderá hasta el 28 de febrero de 2015 por distintas ciudades y países, dentro de la red de centros de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (Aecid).

Loteria de Navidad

90316 es el número que la comisión de fiestas de La Mata de Curueño juega este año en el sorteo de loteria de Navidad. ¡Suerte!

20 de noviembre de 2014

Senderismo: La Mata--Suertes de leña-Castillo-Escabales


Ruta de senderismo en Wikiloc: La Mata-Pardesivil-Suertes de leña-Castillo-Escabales-La Mata, por

Juarez1959

16 de noviembre de 2014

Las Colineras. Éxito y sabor

Publicado en Diario de León:    Las Colineras.  C/ Carretera 3, La Mata de Curueño. 987 342 216.
lascolineras@gmail.com                 www.restaurantelascolineras.es

Este restaurante de La Mata de Curueño lleva más de 30 años alimentando estómagos hambrientos y ávidos de cocina casera de primera calidad. Destaca el pulpo á feira y el pollo de corral con bogavante. Este fin de semana rinde tributo a las setas con un menú degustación de ocho platos y una explosión de sabor.

maría j. alonso 14/11/2014    
Sus más de tres décadas de historia son el principal aval de la calidad que ofrece. Nunca le han faltado clientes y eso es porque su cocina casera, el sabor de sus platos y el aroma de sus elaboraciones no dejan indiferente a nadie. El restaurante Las Colineras, situado en la localidad de La Mata de Curueño (Santa Colomba de Curueño) sigue haciendo gala a su impoluta trayectoria con platos de primera calidad entre los que destacan el pollo de corral con bogavante, las gambas de Huelva al ajillo, el pulpo á feira, la carne de buey a la parrilla y el bacalao. Estas son sus especialidades pero su carta es mucho más amplia e incluye, asimismo, un pote montañés ideal para templar el ánimo en los días más fríos del invierno, alubias con rape y setas o carrillera de ternera estofada con manzana.
Y hablando de setas, son precisamente ellas las protagonistas del fin de semana que hoy empieza. Desde esta noche y hasta el domingo, los amantes de los boletus podrán disfrutar —bajo reserva— de un menú degustación de ocho platos por 17 euros, ideado para celebrar el décimo aniversario desde que los actuales regentes del restaurante tomaron las riendas del mismo. Las setas son el hilo vertebrador. Así, los seis primeros platos están compuestos por pastel de reticulatus, crepe de edulis con foie y mermelada de arándanos casera, revuelto de aereus con picadillo de matanza, farfalle a la napolitana con pinícola, bacalao encebollado con almendras y pasas de corinto y escalope de vaca con reducción de cabrales acompañado de boletus pinícola. Los dos últimos platos son el postre, a base de pudin de edulis con melocotón en almíbar y crema de aereus con crujiente de galleta. Las Colineras abre, en invierno, todos los fines de semana. Para disfrutar de su cocina a diario, hay que cerrar una reserva mínima de media docena de personas.

10 de noviembre de 2014

Boletin 135 - Otoño 2014

Se ha publicado el nº 135 de la revista trimestral "La Mata de Curueño, un pueblo que nos une", nuestro querido boletín, correspondiente a Otoño 2014.
Asimismo se incluye la versión en pdf del boletín 135 que se puede ver ampliada al cliquear sobre:

9 de noviembre de 2014

Comida san Martín




Unos 65 asistentes se reunieron en la comida san Martín, el sábado 8 de noviembre en La Mata. ¡Gracias Gemma!

3 de noviembre de 2014

El Curueño en China


El matense Jose del Riego ha estado en China participando en la I Exposición Internacional de Pastel en Suzhou.
El pastel "Sin contaminar", de  69x38 cm, una  vista del río Curueño, es una de las obras que expone en Suzhou, China, en la I Bienal Internacional de Pastel en el museo Hang Minghsi de Suzhou.
Esta obra permanecerá definitivamente en China.
¡Enhorabuena Jose!

Arco iris



Cuando llueve y hace sol... bonitos arcos iris fotografió Gemma el sábado 1 de noviembre. 
Los dos primeros en La Mata, el tercero en Aviados.

1 de noviembre de 2014

Vigilancia del fuego en los montes de León


León cuenta con 32 escuchas de incendios en las 18 torres de vigilancia.

 
 Diario de León - ANA GAITERO | BOÑAR/GARRAFE DE TORÍO 
Son el primer eslabón del operativo de incendios y su trabajo es crucial para detectar pronto un incendio y atajarlo con rapidez.
Son escuchas de incendios y su misión es «mirar». Carlos Estévez lleva 22 años en el mismo puesto en Pico Cueto (Boñar). A 1.600 metros de altitud vigila el monte desde la torre de vigilancia elevada sobre las rocas. Un mar de pinos de repoblación se extiende a sus pies. Desde el puesto divisa el valle del Porma, el pantano y los Picos de Europa al norte y el valle de las Arrimadas al mediodía. En los días de buena visibilidad, hasta los montes del Bierzo y el Teleno. Ha perdido la cuenta del número de avisos de incendios. Mirar es su trabajo de abril a octubre. Empezó en las brigadas de incendios aerotransportadas y desde que se quedó de escucha no ha querido cambiar de puesto.
Ana María Rodríguez hace el mismo trabajo en la torre de vigilancia situada entre Manzaneda de Torío y Campohermoso, un puesto de madera elevado unos siete metros sobre el terreno para dominar a vista de pájaro las miles de hectáreas de pinos que lo rodean. La ‘casita’ tiene unos nueve metros cuadrados y la terraza perimetral de observación. Si se mueve del puesto tiene que avisar al centro de control de incendios de León. Es ingeniera técnica forestal y licenciada en Ciencias Ambientales. «Aunque leas o hagas otra cosa tienes que estar pendiente de observar, no perder la conciencia de lo que estás haciendo. Leer dos páginas y parar», afirma. Trabaja tres meses al año y es interina. Carlos y Ana son dos de las 32 personas que trabajan en León en el primer eslabón de la lucha contra incendios.
Un puñado en el conjunto de 374 escuchas de incendios, tal es el nombre de la categoría laboral, distribuidos en la Comunidad en los 166 puestos de vigilancia destacados en las nueve provincias en puntos estratégicos de montes y bosques, según la Consejería de Fomento y Medio Ambiente.En la provincia de León, con más de un millón de hectáreas de masa arbolada, hay 18 torres, dos más que el año pasado, dos escuchas por puesto.
El verano ha sido muy tranquilo en las torres de Pico Cueto y La Candamia (Garrafe de Torío) y en la provincia en general. «Ha sido un buen verano, el tiempo ha acompañado», admite el jefe de incendios de la Junta en León, José Carlos García López.
No ha habido incendios graves. Desgraciadamente, el fuego que arrasó los montes del Teleno hace dos años puso el listón muy alto. Castrocontigo y Camposagrado son los últimos puestos de vigilancia abiertos en la provincia de León para vigilar el monte. Pico Cueto, de 1965, es uno de los más antiguos. Al lado del moderno puesto de mampostería, elevado sobre el suelo, con su cocina y su baño y la terraza perimetral, se conserva la caseta antigua con la fecha de su construcción.
Los escuchas tienen la misión de vigilar el monte, discernir las falsas alarmas, transmitir la información de forma concisa y clara, evaluar las alarmas, servir de enlace de comunicaciones y tomar datos meteorológicos para el cálculo de índices de peligro. «Es un trabajo que físicamente no mata a nadie», precisa, pero requiere capacidad de concentración y estabilidad emocional para pasar largas horas en soledad. Son diez horas diarias de trabajo en un reducido espacio, sobre todo para el personal destinado en casetas elevadas sobre el terreno.
«Es la parte más importante del operativo y quizá la menos valorada porque su trabajo no se ve», añade el jefe de León. «Están muy adiestrados. Son los primeros que lo detectan y te definen con precisión pasmosa dónde está el incendio», explica. Si la voz de aviso te la da un vecino es que el incendio ya está muy avanzado. El vigilante es capaz de dar las coordenadas para que las brigadas de extinción lleguen con la mayor rapidez al incendio y puedan atarcarlo de forma eficaz. Es importante conocer la zona, si no puede costar dos años aprender», matiza José Carlos García.
Escuchar la radio, hacer crucigramas, ejercicio o leer son algunas de las aficiones que cultivan en el puesto para no aburrirse. Se hacen la comida y en algunos casos duermen allí para evitar tener que desplazarse a diario a grandes distancias. En la Comunidad existen 24 puestos de vigilancia durante las 24 horas, pero ninguno en León salvo en casos de incendio que requiera su presencia nocturna. Antiguamente, los vigilantes se pasaban todo el verano en el puesto como los pastores trashumantes en los chozos de los puertos. Ahora las jornadas son de 3 días de trabajo y dos de descanso. El sistema está adaptado a la normativa laboral sobre descansos. Las vacaciones de los escuchas son para el invierno, aunque todos tienen que «buscarse la vida» con otros empleos temporales para completar los ingresos. En los últimos años se han incorporado algunas mujeres a través de la bolsa de trabajo. El 30% de la plantilla de escuchas en León es femenina. Las mujeres predominan en la bolsa de trabajo.
Carlos es un hombre de monte, vive en Boñar y está tan hecho a la soledad en Pico Cueto que extraña la presencia de gente. No se le escapa ni el vuelo de un pájaro. «El mundo desde aquí se ve de otra manera, todo parece más cerca», comenta. Ana es de ciudad, ponferradina, pero no tuvo problemas en adaptarse al puesto. Le acompaña en el largo verano su perro Argos y un enjambre de abejas que trabajan sin tregua en un hueco de la caseta. «Como no soy alérgica no me preocupa, están bien ahí», comenta.
A diario, al llegar al puesto dan parte del estado al puesto de mando a través de la emisora que es su medio de comunicación. En un cuaderno anotan todas las incidencias del día, así como datos atmosféricos. Carlos tiene debajo de su agenda un mapa detallado de la zona muy desgastado. Desde el pico Cueto ha trazado líneas que le han guiado para dar indicaciones a las brigadas. En sus 22 temporadas de incendios, ha vivido de todo. Un rayo quemó un día la vieja caseta y se salvó porque decidió marcharse a tiempo. Lo más triste, el incendio de Pardomino que fue pasto de las llamas en 1998.
Para Ana, el incendio más grave fue uno que se desató en Fontanos. «Se vio pronto y llegaron rápido así que no fue grande», explica apuntando al ‘quemao’. Está en una zona tranquila. «En el Bierzo y en La Cabrera se quema, aquí la gente de los pueblos tiene otras costumbres y no suele prender», apunta.
Los fuegos accidentales suponen entre el 5 y el 7% del total. El resto son provocados. La cultura del fuego, apunta el jefe del operativo en León, está muy arraigada en una provincia que ha labrado sus montes «a base de diente y cerilla». Las costumbres agroganaderas está en al ADN cultural. «Es importante que la gente note que los montes son productores y les beneficia para proteger el monte», precisa García.
Las nuevas tecnologías no han desplazado aún a la profesión de escucha de incendios como les ha pasado a los fareros en las costas. «Se están poniendo en marcha sistemas automáticos, como cámaras detectoras de humo pero todavía no discriminan. Aquí nos estarían dando avisos falsos constantes con la voladura de la cantera o el humo de la térmica», explica. Los sistemas infrarrojos detectan calor y no humo. Así que tampoco son eficaces. Las personas son, hoy por hoy, indispensables en la lucha contra el fuego. Para no provocarlo y para detectarlo con rapidez.