27 de mayo de 2014

Siglos XIII, XIV y XV en el Curueño

El "Becerro de las Presentaciones de Curatos y Beneficios" o “Códice XIII” del archivo de la Catedral de León, recoge que, entre los siglos XIII y XV, cuarenta y cuatro pueblos formaban el Arciprestazgo del Coruenno, integrado en el Arcedianato de Mayorga.
No llegó a nuestros tiempos la primera redacción del Códice XIII de la catedral, de mediados del siglo XIII y conocido como “El Becerro de Presentaciones” por estar encuadernado en piel de ternero, sino una copia hecha y seguramente actualizada en 1.468.

Estas eran las villas en el orden en que aparecen en dicho documento:
XII. Archiprestazgo del Coruenno

1.- Villafruela: Villafruela de Porma
2.- Moral: Moral del Condado
3.- Sanct Cebrian: San Cipriano del Condado
4.- Villafría: Ermita de las Villasfrías, en Villanueva
5.- Villanoua: Villanueva del Condado
6.- Sanct Viçente: San Vicente del Condado
7.- Marmellar: Membrellar, en San Vicente
8.- Villavente: Villavente
9.- Caruaiosa: Carbajosa
10.- Villaaluone: Villalboñe
11.- Sanctouenia: Santovenia del Monte
12.- Sanct Marti: San Martín, en Santovenia
13.- Represa: Represa del Condado
14.- Villamayor: Villamayor del Condado
15.- Villafeliz: Villafeliz de la Sobarriba
16.- Sanct Feliz de Coronno: San Feliz, en La Cándana
17.- La Candana: La Cándana
18.- Villvermudo: Villarmún
19.- Palaçuelo: Palazuelo de Eslonza
20.- Rebollar: Rebollar, "en el camino a Castrillo"
21.- Valdeouequo: Valduvieco
22.- Villaymer: Villimer
23.- Villaretel: Villarratel
24.- Villburgula: Villabúrbula
25.- Villoria: Villoria, en Barrio
26.- Castriello: Castrillo de Porma
27.- Sancta Maria de Coronno: Sopeña de Curueño
28.- Sancta Marina de Bustifel
29.- La Mata: La Mata de Curueño
30.- Sancta Colomba: Santa Colomba de Curueño
31.- Gallegos: Gallegos de Curueño
32.- Barrillos: Barrillos
33.- Sancta Maria del Monte: Santa María del Monte
34.- Sanct Lorente de Çeiramedo: Valdelorio, en Santa María del Monte
35.- Villavirtut: La fuente de "La Virtud", en Santa María del Monte
36.- Cauizal: Cañizal
37.- Veygas: Vegas del Condado
38.- Deuesa: Devesa de Curueño
39.- Çerezales: Cerezales del Condado
40.- Barrio: Barrio de Nuestra Señora
41.- Entreambasaguas: Ambasaguas de Curueño
42.- Menlanços: Mellanzos
43.- Castro: Castro del Condado
44.- Paradiella: Paradilla

En el número (29) está La Mata.
En el número (27) está Sancta Maria de Coronno (Sopeña), que dice ser "del abbat de Sanct Fagund" (Abad de Sahagún). Y añade: "Da VII stopus de pan e reynte mannas de lino al castiello de Coronno; e diez sueldos en procuraçion; e III sueldos en carnero". He aquí una referencia al Castillo de San Salvador.
En el número (17) La Cándana, que era del Obispo y de hijosdalgos. De ella se concreta que "da III stopus de pan al castiello; e en iantar III suelos; en carnero III sueldos".
En el número (28) está Santa Marina de Bustifel, del Obispo. Paga impuestos también al castillo del Curueño.
Si tratamos de seguir localizando las diferentes villas que pertenecían al Arciprestazgo del Curueño en el mapa, nos encontramos con San Feliz de Curueño (16), pueblo que hoy no existe. Estaba situado frente a La Cándana, al otro lado del río, en el inicio del valle que hoy se conoce con ese mismo nombre: Valle de San Feliz. Se dice que por allí hubo una ermita, hasta fechas relativamente recientes, en la que aparecieron numerosos enterramientos, junto al camino que va a Palacio. Esta vía se menciona en documentos de Sahagún del siglo XI.

A mediados del siglo XIV el camino de Santiago no trae sólo peregrinos, por sus veredas se propaga la peste negra, causando 25 millones de muertes en toda Europa, un tercio de la población total, por lo que en muchos pueblos se construyen ermitas y se fundan cofradías bajo la protección de san Roque, un joven francés que dio su vida cuidando apestados en Francia e Italia.
En La Mata de Curueño existe el valle de san Roque, donde estuvo un antiguo cementerio. En Sopeña, al lado de la carretera está la ermita de San Roque y en pueblos como Barrillos, Ranedo se celebra la festividad de san Roque el 16 de agosto y cofradías de San Roque hubo en Barrio, Ranedo, Valdepiélago y Boñar, donde también hay una ermita dedicada a San Roque y celebran sus fiestas patronales.

El pendón leonés, es en la actualidad poco más que un instrumento folclórico, que sirve para identificar a cada pueblo en las grandes romerías. Pero no siempre fue así; su origen hay que buscarlo en las guerras medievales cuando no se contaba con ejércitos organizados; cada año nobles, eclesiásticos, concejos y pueblos formaban mesnadas (tropas) que servían temporalmente al Rey en la guerra. Las batallas eran confusas al no existir uniformes y cambiar continuamente el sistema de alianzas de nobles y concejos.
Parece ser que en el siglo XIII un pendón era «una bandera militar, que cuelga o flamea en lo alto de una lanza» y que el paso de lanza guerrera a mástil, se realizó por fases: la lanza de soldado a caballo, pasaría a ser portada por soldados de infantería y para verla desde lejos, al juntarse tropas o realizar marchas, crecería en altura.
Una vez terminadas las cruzadas y las guerras, los pendones perdieron su connotación militar y pasaron a ser un símbolo civil, a muchos se les colocó una cruz metálica en el extremo superior, convirtiéndose en un instrumento religioso, y reduciéndose su función a encabezar las procesiones y celebraciones religiosas de la localidad.

Respecto a los colores, el color rojo carmesí es el color del Reino de León (figura en su escudo heráldico y en el Pendón Real de León). En el siglo XVII todos los que se conocen eran de este color, por lo que se supone, que éste era su color original. Por tradición se dice que cada banda de tela roja era un premio por una batalla ganada.
El color verde, aparece mezclado con el rojo en la mitad de los que hoy se conservan en la provincia; puede estar relacionado con la Reconquista, pues el verde es el color del Islam.
Otros colores menos abundantes son morado, azul, blanco, amarillo y crema.

El pendón de La Mata de Curueño está formado por cinco franjas verticales, tres de color fucsia y dos de color verde; el color fucsia es único en los pendones leoneses, creemos que en alguna reforma se cambio el color rojo carmesí típico de los pendones leoneses por una tela de color fucsia. Detrás de dicho pendón miles de antepasados han proclamado su fe y su pertenencia a La Mata de Curueño. Así lo hacemos cada año, durante las fiestas.
Terminamos esta época histórica recordando a la Dama de Arintero, en el último tercio del siglo XV, cuando llegó a Arintero un emisario de los reyes Isabel y Fernando para que cada casa aportara un guerrero para luchar contra el ejército usurpador de Alfonso V, rey de Portugal, y Juana “La Beltraneja”.
Don García, hijodalgo de Arintero y hombre de gran honor y lealtad al trono, tenía siete hijas, pero era viejo y no tenía un hijo varón al que mandar, lo cual le originaba un hondo pesar y le hacía lamentarse a todas horas, por lo que su hija mediana, Juana, se ofreció a ir a luchar haciéndose pasar por un hombre.
Partió Juana, convertida en el caballero Oliveros a reunirse con las tropas de los reyes Católicos a las puertas de Zamora, que conquistaron en el mes de marzo de 1.476 y durante las hostilidades, el caballero Oliveros se ganó el respeto y la admiración de todos por su coraje y entrega en la batalla. Tras la victoria se dirigieron hacia Toro, pues allí se había hecho fuerte el último batallón del ejército enemigo. Los encontraron poco antes de llegar a Toro, en Peleagonzalo, y en cuanto formaron filas entraron a la carga. Aquel fue un día de mucho calor, y Juana prescindió de su coraza. Comenzó la batalla y La Dama de Arintero mostró enorme valentía e incluso temeridad. Pero en una violenta lanzada le saltó un botón de la camisa dejando al descubierto sus pechos, y descubriendo su secreto.
Al final, vencieron las Reyes Católicos y tras el combate, el Rey, enterado de la presencia de una mujer en sus filas, la mandó llamar a su tienda. Juana le explicó el porqué de su presencia allí y de esa forma el rey le dijo que le concedería lo que pidiera; Entonces Juana pidió muchos privilegios para ella, su familia y para el pueblo de Arintero. El rey se los concedió. Con los privilegios en mano firmados por el rey, la Dama de Arintero se dirigió a su casa. Pero los nobles le dicen al rey que tenía que actuar con prudencia con respecto a los privilegios que le había concedido a la Dama de Arintero.
En tres días llegó a La Cándana de Curueño donde se dispuso a pasar la última noche del viaje en casa de unos parientes y donde la alcanzaron seis enviados del rey, con órdenes de arrebatarle los privilegios que portaba. Murió allí, mientras disputaba a los mozos una partida de bolos y después de darle los derechos firmados por el rey a su primo para que se los entregase a su padre y el documento con la concesión de las prerrogativas llegó a su destino pues se hizo realidad..
Este hecho es recordado y cantado, con variantes de letra y música, en muchos pueblos del Curueño, de León y de toda España, enmarcado en el tema de “La doncella guerrera” de nuestro romancero popular.

Un escudo cortado que aún se encuentra en Arintero recuerda los hechos:
Encima lleva sombrero y cordón eclesiástico.
En la parte superior un caballero armado con adarga y lanza en puño sobre un caballo blanco. Tiene tres pinos, uno a cada lado y otro en punta, bajo el caballo.
En la parte inferior hay dos letreros muy borrosos que se deben leer de este modo:
"Si queréis saber quien es, este valiente guerrero, quitad las armas, veréis ser es la Dama de Arintero"
"Conoced los de Arintero, vuestra Dama tan hermosa, pues que como caballero fue con su Rey valerosa."

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