31 de diciembre de 2012

¡Nos ha tocado un pedacito de lotería!



Marina nos envia para su publicación el siguiente texto, dedicado a los que tenemos participaciones de loteria de Navidad del viaje fin de carrera de Ciencias Ambientales de León::

Lo primero de todo, mis compañeras y yo queremos dar las gracias a todos los que habéis colaborado con nuestro viaje. Parece que hemos tenido suerte y, aunque no ha sido un premio gordo, ha caído algo de dinero en nuestro número.

El número que jugamos es el 04158, y el gordo acabó en 58, por lo que a cada papeleta (en la que jugábamos 2€) le han tocado 12€.

Ahora toca cobrarlo, al ser participaciones sólo se pueden cobrar en la sucursal que pone en las papeletas, y como todas las loterías hay un plazo de 3 meses desde el día del sorteo. Como en La Mata cada uno somos de un lugar, y no todos podemos venir a León a cobrarlo, intentaré facilitaros las cosas todo lo que pueda.

Lo ideal sería coincidir en persona y poderos pagar en el acto, pero antes del plazo de 3 meses va a ser complicado. Por tanto, lo que se me ha ocurrido es que todo aquel que quiera cobrar sus participaciones me las envíe por correo (ya que necesito las originales para poder dar el dinero) anotando en ellas el NOMBRE y un NÚMERO DE CUENTA  donde poder ingresaros el premio. Aconsejo quedarse con una fotocopia de las papeletas por si correos extraviase alguna carta, cosa que no tiene por que pasar, pero así tenemos una especie de “resguardo”. 

Por otro lado, si coincidimos en La Mata y tenéis las papeletas no dudéis en pedírmelo.

Y, por supuesto, la gente que viva en León y quiera cobrarlo el mismo puede hacerlo en la sucursal que pone en las papeletas.

                                                  

Asi que nada, muchas gracias a todos y que disfrutéis el dinerillo que os ha tocado, ¡Feliz Navidad y Feliz Año!


Para ponerse en contacto con Marina,  marinilla_9@hotmail.com

22 de diciembre de 2012

Feliz Navidad

El Misterio sobre el fondo de las casas de La Mata que inician el camino de La Moral (pintura de José del Riego, portada del boletín nº 112 de "La Mata de Curueño, un pueblo que nos une")

20 de diciembre de 2012

68.186

68.186, un bonito número capicúa es el elegido por la Comisión de fiestas de La Mata para probar suerte en el tradicional sorteo de loteria de Navidad. Si toca no sólo será bonito el número, será la releche.

4 de diciembre de 2012

El barrio abajo

           MI CASA, NÚCLEO DEL BARRIO ABAJO
  Sofía Bayón Bayón
 
  “La base principal del denominado ‘Barrio Abajo’ fue la casa, hoy de Adela y Sofía Bayón, cuya familia se  remonta al año de 1789”, escribió Fernando en el número 5 del Boletín, de 5 junio de 1980.
 
   En el Libro de Matrimonios de la parroquia de La Mata está datado que el 1 de julio de 1789 contrajeron matrimonio mis tatarabuelos Casimiro Bayón García, venido de Robles de La Valcueva, con Josefa González, nacida en La Mata el 12 de marzo de 1767.

   Posiblemente, iniciaron su vida familiar en esta vivienda de la plaza Las Nogales que ocupaba las edificaciones de la hoy calle La Moral, números 5, 7 y otras dos edificaciones contiguas, las cuales pudieran ser domicilio de la familia de mi antepasada Josefa o que aquel primer Bayón, Casimiro, comprara las mismas a otro vecino dueño del solar al establecerse él en La Mata; todo indica que la mansión era antigua y pudiente.
 
    La construcción actual bien puede fijarse por esas fechas, dado el estilo neoclásico del portal que se presenta como uno de los restos más antiguos del pueblo mejor conservados y que indica el valor de la vivienda. Lo indican los materiales nobles de sus puertas y ventanas, así como los de las puertas grandes de lo que fue y es entrada al amplio corral.
 
   En ella nació, en 1971, mi bisabuelo Felipe Bayón González que se casó con Gregoria Bayón, de Vagaquemada, quienes dieron origen a las treinta y dos ramas de los Bayones, algunos de las cuales vivieron en el pueblo, pero bastantes formaron familias en otros lugares.
 
   Digo esto porque no se tiene noticia de que los demás hermanos de Felipe -Manuel, Mª Manuela, Juana, Manuela y Josefa- contribuyeran a formar otras familias Bayones, al menos en La Mata. En el número 95 del Boletín, otoño 2004, se  presenta la relación de todas estas familias.
 
   La vivienda familiar fue dividida en dos como respectivas viviendas para las familias formadas por mis abuelos Matías y Cornelio, allá por los años de 1870, para unirse nuevamente con el matrimonio de mis padres José y Melánea en mayo de 1909. Es una anécdota entrañable para sus hijos saber que mis padres cortejaban a través de una pequeña ventana, aún hoy existente, en la pared que unía a ambas casas.
 
   Hace unos siete años que mi hermana Adela vendió su parte, el número 5, a la familia de Miguel Mitre y Raquel Manrique, vecinos de Valladolid, que la han reformado interiormente en el año 2011 y que pasan los fines de semana y el verano en ella junto a sus tres hijas.
 
   Nos estamos refiriendo a dos viviendas, pero la realidad es que la casa de hace más de dos siglos estaba formada por los actuales números 5, 7, una casina de Julián y Anita Martín Bayón y unas cuadras de Felipe Llamera; es decir, que el solar familiar comprendía desde la Casa de Pepe Sierra hasta la Callejina que unía la plaza Las Nogales a las eras de la Carretera  de Barrio a La Vecilla, con todas las fincas y huertas que hay detrás de las citadas viviendas, hoy en día dispersadas por distintos dueños y diferentes dedicaciones.
 
   Mi abuelo Matías heredó la vivienda paterna que estaba formada por la ya citada casa de Julián y Anita en la actualidad, la cual se alargaba hacia atrás con construcciones para la vida cotidiana de un labrador con familia numerosa como cuadras, corte de ovejas y tenada, cocina de horno, huerta y el amplio corral con la citada puerta de entrada que muestra nobles piedras de mampostería. En ella vivió algunos años la familia de los Panera, ejerciendo el padre su oficio de herrero y con la fragua en el corral, hasta que hizo una nueva enfrente de la casa.
 
   A su vez, mi abuelo Cornelio dispuso de una parte de la vivienda paterna, la actual número 5, propiedad hasta hace unos años de mi hermana Adela, la cual había comprado a los herederos de mi tío Tomás, hijo de Cornelio, y que estuvo alquilada durante un tiempo a varias familias. También tenía todos los elementos propios de una casa de labranza. En la fachada destacan pequeñas ventanas con piedras de mampostería y un pequeño, antiguo y original balcón-corredor de madera.
 
    Mi actual vivienda, número 7 de la calle La Moral, fue construida por mis padres José y Melánea, a poco de casarse, sobre el solar de unas cuadras de la gran vivienda familiar. Con planta baja y otra planta para habitaciones, compartía las cuadras, corte y tenada cocina, huerta y el corral. Esta es, por tanto, donde perdura la familia Bayón.
 
    Se puede pensar que esta amplia vivienda de mis antepasados, brevemente descrita, fuera de las antiguas y primeras que originaron el pueblo de La Mata de Curueño. Por medio de reformas y construcciones sucesivas sobre algunas otras, a lo largo de los siglos, constituyeron una parte parte muy importante del pueblo de lo conocido como Barrio Arriba.