5 de agosto de 2012

Las voces del río del olvido

En La Crónica de León y escrito por Fulgencio Fernández, leemos:

Seis publicaciones nacidas del Curueño en el inicio del verano cultural de Lugueros
F. Fernández / Lugueros

Es tan curioso como singular el fenómeno que se produce en los pueblos que baña el Curueño. De un lado es conocido popularmente como ‘el río del olvido’, a raíz del libro de viajes del mismo título de su vecino Julio Llamazares, y por otra parte se da un fenómeno sin parangón en ninguna otra comarca de la provincia y mucho menos en los tiempos que corren, y es que en diversos pueblos de la zona, de escasa población todos ellos, se editan en la actualidad seis revistas de corte literario y dirigidas y dedicadas a sectores muy diversos. Para todas estas publicaciones va a tener un recuerdo la jornada inaugural del Verano Cultural de Valdelugueros, hoy mismo, a partir de las veinte horas en la iglesia parroquial de Lugueros con presencia de representantes de estas publicaciones.
Las revistas que ahora mismo se están editando en el Curueño, y que serán las protagonistas del acto de esta tarde son: Arbolio, que se edita en Tolibia de Arriba; La Mata, un pueblo que nos une, de La Mata de Curueño; Camparredonda, con sede en Otero de Curueño; Curueño, que ve la luz en Santa Colomba de Curueño y Las plumas de La Cándana, cuyo origen es fácil de adivinar.
Son publicaciones con un denominador común, dar a conocer y divulgar una comarca y, sobre todo, mantener un nexo de unión con las gentes de estas tierras del Curueño desperdigados por buena parte del mundo.
La dedicación de estas publicaciones es muy diversa. Así unas tienen un contenido más bien literario e histórico (sin olvidar nunca la mirada hacia su lugar de origen) como son Camparredonda, Curueño y La Voz de Sopeña. También un fuerte cotenido literario, pero con una mirada muy evidente hacia lo turístico, tiene Arbolio, que ve la luz en Tolibia y con una tirada espectacular para este tipo de publicaciones.
Muy singular es el caso de La Mata, un pueblo que nos une, que ha llegado a ser la decana con una mirada absolutamente local y cercana mientras que la publicación de La Cándana apuesta por su gran singularidad.
El acto tendrá un apartado musical con la presencia del grupo Los Cantarales y el acordeonista Borja Rodríguez.

La paradoja de ser el río del olvido pese a ser el más contado. Los pueblos de la ribera del Curueño dan luz a seis revistas muy diferentes. F. Fernández / León

El título de un libro de Julio Llamazares y, sobre todo, lo que en él contaba han hecho que uno de nuestros ríos, el Curueño, haya sido bautizado para siempre como El río del olvido. Todavía son muchos los viajeros que, décadas después de ver la luz la obra literaria, siguen recorriendo el curso de este río con el libro de Llamazares como ‘guía del viajero’.
Y, sin embargo, se produce una curiosa paradoja, este río ‘olvidado’ es el más contado y cantado de todos los de la provincia, pues en el escaso número de pueblos que recorre (y todos ellos de muy escasa población) se están publicando de manera periódica seis revistas, casi todas de corte literario pero también dedicadas a otros ámbitos. “Se trata de un fenómeno muy curioso y yo creo que irrepetible en cualquier otro río de la provincia. Seis publicaciones, en pueblos que malamente llegan a los cien habitantes, son muchas revistas y, curiosamente, de una calidad nada desdeñable y con unas características peculiares cada una de ellas”, señala Ángel Fierro, uno de los grandes divulgadores de esta comarca.
Tan singular y llamativo le ha parecido este fenómeno a Fierro que ha decidido llevarlo a las jornadas culturales de Valdelugueros, municipio del que es asesor en materia de cultura. Las seis publicaciones que en la actualidad siguen llegando a los kioscos (o a otros curiosos cauces de distribución) son: Arbolio, que sede está en Tolibia y su apadrinamiento en la Asociación Cultural Los Duendes;Camparredonda, el consolidado proyecto cultural apadrinado por Gregorio González Castañón y que tuvo su origen en Otero de Curueño; La pluma de la Cándana, una revista que en su nombre ya nos da una clara idea de sus contenidos; La Voz de Sopeña, nacida en Sopeña de Curueño con el impulso inicial del poeta local Jesús Díez y diversos colaboradores; de la Asociación Cultural Santa Ana de Santa Colomba de Curueño y, finalmente, la ‘decana’ de todas ellas, la singular ‘La Mata, un pueblo que nos une’, de La Mata de Curueño.
La diversidad de todas ellas es patente. Con un componente local y de vinculación al pueblo que las acoge en todos los casos, cada una realiza una apuesta diferente. Camparredonda se ha convertido en un proyecto cultural más ambicioso y abierto a toda la provincia mientras La Mata apuesta por mantenerse fiel a las raíces, al detalle, a lo pequeño, a lo local.
La Voz de Sopeña se posiciona a medio entre las dos anteriores, aúna literatura sin fronteras y miradas al pueblo, sus gentes y sus problemas mientras Arbolio es una apuesta claramente turística y cultural, de mostrar ‘el duende’ de esta comarca con una publicación muy cuidada y una tirada espectacular, 10.000 ejemplares.
Paradójico, muchas voces unidas para dar... el olvido.

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