28 de octubre de 2008

Boletín 111


Fiel a su cita trimestral se ha publicado el número 111 de la Revista trimestral "La Mata de Curueño. Un pueblo que nos une" correspondiente al Otoño de 2008.
La mayor parte de las veinte páginas de la publicación están dedicadas a las fiestas de San Martín, celebradas en la última semana de agosto, con el pregón de fiestas, a cargo de Luis Ignacio, la crónica de las fiestas, por Miguel Fuertes, el homenaje a los mayores de 80 años y los ganadores de los juegos y concursos, cuentas de la comisión y nueva comisión de fiestas, junto a un amplio reportaje fotográfico.
Además Mª Jesús Álvarez nos relata pormenorizadamente el discurrir de julio, agosto y septiembre de 2008, Adolfo Fernández nos recuerda como se vívia en La Mata en agosto hace sesenta años, Maruja Bayón nos muestra un rincón mágico: el baile y la pandereta y Nicolás Valladares nos relata una faena del campo, la poda de la hoja.
Como casi siempre nos da cuenta del fallecimiento de algunos matenses en este trimestre, Félix Álvarez Tascón, Jose Sierra Getino y Víctor García Llamera y del nacimiento de Silvia y Julia.
Asimismo encontramos el editorial sobre la fiesta cada año y la última página sobre la fábrica de luz, escritos de Miguel Fuertes.
En Internet se puede encontrar la edición electrónica del número 111 del boletín trimestral "La Mata de Curueño. Un pueblo que nos une" cliqueando en el enlace, así como las revistas publicadas en los últimos siete años.

16 de octubre de 2008

Peña "La caseta del coche de línea"




Tal como estaba previsto el pasado sábado 11 de octubre tuvo lugar la reunión anual en el puente del Pilar de la peña "La caseta del coche de línea" con una comida de confraternización celebrada en el restaurante "Las Colineras" de La Mata que se prolongó hasta la noche.

4 de octubre de 2008

Peña La Caseta

La peña "La Caseta del coche de línea" tiene prevista su anual reunión en el puente del Pilar. Este año la comida fraternal se celebrará el sábado 11 de octubre en el restaurante "Las Colineras" de La Mata.

Quintos de 1943


Recuerdos de infancia y juventud. Reencuentro popular y festivo de los quintos de 1943
Todos ellos nacieron en el municipio de Santa Colomba de Curueño. Alfredo Hurtado Los quintos del 43 del Ayuntamiento de Santa Colomba se reunieron para celebrar una fiesta de reencuentro.
Hace unos días los quintos nacidos en 1943 del Ayuntamiento de Santa Colomba de Curueño celebraron una jornada de convivencia que finalizó con un almuerzo en la Hospedería La Manuela de Barrio de Nuestra Señora. Un total de 58 nuevos nacimientos se dieron en el municipio de Santa Colomba en ese año 1943, distribuyéndose tres en Pardesivil, otros tres en la Mata de Curueño, en Santa Colomba de Curueño diez, seis en Gallegos de Curueño, once en Barrillos, cuatro en Barrio de Nuestra Señora, trece en Ambasaguas y ocho en Devesa de Curueño. La jornada empezó con la celebración de la eucaristía que también fue oficiada por un quinto de ese mismo año, Joaquín Fernández Viejo, marista, y perteneciente al pueblo de la Devesa, dándose la anécdota que ese mismo día cumplió los 65 años. Esta original idea nació gracias a Mercedes Martínez de Gallegos de Curueño, que también ha sido la impulsora de una exposición de fotos antiguas inaugurada pocos días antes en la Casa del Pueblo y que contenía más de 250 ejemplares y que durante todo este mes de agosto ha sido visitada por cientos de personas. La exposición permanecerá abierta hasta finales de este mismo mes de agosto e incluso se podría prolongar durante todo el mes de septiembre. “A esta fiesta de hermandad hemos asistido 25 quintos y todos con nuestras respectivas parejas y los hay que han llegado desde Oviedo, Gijón, Valladolid, Bilbao, Barcelona, Madrid, Valencia y por supuesto de León. Todos teníamos una gran ilusión por reencontrarnos para recordar nuestra niñez y esta fiesta se celebrará sin lugar a duras durante lospróximos años”, manifestó Mercedes Martínez.Todos los quintos de este año nacidos en el municipio tuvieron una niñez muy ligada a su familia y este acto ha servido para recordar aquellas andanzas de sus primeros años de vida. Unos recuerdos imborrables que estos días compartieron.

Santa Ana

Concluido el verano y buceando por internet, encontramos noticias cercanas a La Mata. Asi en La Crónica de León, 27 de julio de 2006 aparece un reportaje sobre la fiesta en la ermita de Santa Ana, en Santa Colomba. Santa Ana es la patrona del ayuntamiento.

SANTA COLOMBA DE CURUEÑO / Romería- A. Hurtado. Santa Colomba.
La santa del bajo Curueño vuelve de nuevo a las ‘alturas’

Los romeros recorren casi tres kilómetros guiados por la devoción y la fe.

El bajo Curueño celebró en el día de ayer la tradicional romería en honor a Santa Ana. Aunque la ermita de la santa está ubicada en terrenos de Santa Colomba de Curueño son muchos los romeros que llegan de otras localidades colindantes para unirse a una fiesta que ya es una tradición que se remonta desde mediados del siglo XIX. La procesión se inició en la misma iglesia de la localidad de Santa Colomba, siendo Santa Ana trasladada en andas hasta su propia ermita, a más de tres kilómetros de distancia. La organización, todos los años pone a disposición de los seguidores y devotos vehículos todoterreno para transportar sobre todo a personas mayores y discapacitadas físicas en la travesía del último kilómetro, ya que el camino de acceso en esa zona cuenta con desniveles superiores al veinte por ciento. Durante el trayecto se realizan diversos relevos para transportar a la santa, pero todo el camino hasta la propia ermita es transportada a hombros, siendo al última parte del recorrido los más jóvenes quienes se ocupan de hacer este trabajo.Ya a pie de ermita y tras finalizar la eucaristía, la organización dispone de bebidas refrescantes y bocadillos para todos los presentes y a continuación tras saborear el buen chorizo de la zona, una orquestina deleita a los más antiguos recordándoles sus viejas canciones.Son muchos los romeros que tras subir a la ermita de Santa Ana recorren el monte para recordar viejos años, pues alguno de ellos confiesa que pasó muchos años con el ganado por estos lugares, lo que le conlleva a recordar con nostalgia también tiempos pasados. La ermita fue restaurada hace unos años por los vecinos de toda la comarca después de permanecer en ruinas varias décadas provocadas por un incendio.

La vieja trilla

Loable iniciativa ha llevado a cabo este verano el cazurro ilustrado (Miguel Ángel González Castañón) en el vecino pueblo de Valdeteja, recordando la trilla tradicional de nuestros antepasados, una trilla ya tan lejana y, a la vez, tan cercana en nuestros recuerdos. Esto nos cuenta en su blog:


"En marzo sembré una tierra de cebada y en mayo otra de garbanzos, haciendo caso al dicho de mi abuelo Artemio (que en paz descansa) el cual decía que “el que tenga hacienda que la atienda y si no, que la venda”. Entre diversos avatares ambientales: las lluvias, las pisadas y pacidas de animales “balduendos” y un cuidadoso escave para quitar los cardos borriqueros y los cenizos, fueron creciendo y está ahora la mies casi dispuesta para la siega y los garbanzos ya próximos a arrancarse. Ante la presencia de algunas espigas y pies verdes me recordaba Isaías, mi suegro, que “sembrar ralo y segar verde al agricultor no le pierde”. Dejaré que maduren unos días más, mientras recorro tierras aragonesas, alcarreñas y pirenaicas, y la vuelta trillaré la cosecha por el método casi tradicional. Digo “casi” porque la adversa fortuna ha decidido dejarme sin la pareja de vacas que antes uncía para estos menesteres; una de ellas, no se sabe si por excesivo vicio o por cambios hormonales o por ambas cosas, no solo no quedaba preñada, sino que además comenzó a mostrar comportamientos de toro bravío y no tuve mas remedio que venderla. Así que, como “por una yegua coja no se va a parar la trilla”, sustituiré la tracción vacuna por la segadora, a la que engancharé el trillo para separar la paja del grano. Ayer realicé un ensayo general que sirvió también para preparar la era. Todo transcurrió según lo previsto y está la era como una patena dispuesta a recibir las gavillas y a soportar las vueltas y más vueltas del trillo sobre ellas.Así pues, es altamente probable que sobre el diez de agosto, San Lorenzo esté en la parrilla y este labrador en la trilla".

"Sustituimos la hoz por la guadaña con armante y segamos la tierra sembrada de cebada. El armante facilita que todas las espigas queden hacia un mismo lado en el marallo. Hicimos gavillas para que fuera más cómoda y eficaz su carga en el remolque y con el gavillero las colocamos de tal manera que no se perdiera ni una sola espiga en el transporte. Descargamos la mies en la era. Cambiamos la tracción animal por la tracción mecánica para arrastrar el trillo sobre la paja y el grano y, vuelta tras vuelta, los granos quedaron libres en la era. Con los baleos de abedul barrimos cada grano haciendo un montón en el medio de la era. Desempolvamos la vieja espojadora y la colocamos al lado de la parva, a favor del viento que ayudaba al generado por las aspas movidas con la manivela. Sin prisa y sin pausa separamos en grano de la paja. Con la hemina lo metimos en sacos. Un total de diez heminas de cebada que comerán las gallinas en los oscuros días del invierno. El próximo fin de semana les tocará a los garbanzos que ya están esperando ( y secándose) en la era".